- Con un nuevo material, Miguel Cassina ha regresado a México para contarnos lo que ha vivido durante este tiempo fuera de su país.
En entrevista exclusiva para RadioComunica comento:
“Sentí junto con mi esposa el llamado para servir a Dios como misionero. Mis conocidos me decían: Te estás yendo en el mejor momento de tu ministerio, perderás contactos y la gente dejará de conocerte. Sin embargo pude entender que la Voluntad de Dios es el momento más precioso que podemos tener, sea cual sea el territorio que Él te asigne, y en ese momento Dios me estaba llevando a Europa, concretamente a España, ahí empecé mi ministerio”.
-¿Cómo comenzó tu ministerio en España?
-Empecé a realizar congresos, uno de alabanza y adoración llamado “Incienso” y otro para jóvenes llamado “Soldados de Jesús” posteriormente comencé a hacer algo que yo no quería. ¡Estaba pastoreando! Pero parece que el requisito para ser pastor es no querer ser pastor.
-¿Dónde estuviste pastoreando?
-Comencé a servir a Dios en una congregación llamada “Centro Familiar” en un pueblo llamado Aranjuez, al sur de Madrid, donde me encuentro hasta la fecha.
-Cuéntanos, ¿qué te hizo volver a México?
-Durante todo este tiempo he estado escribiendo canciones, tengo muchas canciones ya terminadas y tuve la necesidad de sacar un nuevo material discográfico, y esto es lo que me trajo a México, venir a compartir con mi gente éste disco.
-¿Cómo se llama éste disco?
-Se llama “Origen” y es un disco diferente a los demás que he sacado.
-¿Por qué es diferente?
-Porque tiene un concepto nuevo de música a lo que había trabajado. Cuenta con varios estilos musicales como Rock Alternativo, Dance, Pop Rock, Big Band, entre otros. Además en éste disco colabora mi hijo en la música y eso es algo totalmente nuevo.
-¿Cuánto tiempo vas a andar por aquí?
-Estaré un mes solamente, vendrá mi familia a reunirse conmigo, haremos una pequeña gira por Latinoamérica y nos regresamos a España.
Y así es como Miguel se despide de México, con esa humildad y carisma que siempre lo ha caracterizado.
Por: Flor Mendoza y Gabi Mondragón.