REFLEXION 28-11-2016

Me duele esta espera.

«Una vez, estaba pasando una tremenda crisis, producto de la falta de trabajo y el pastor me dijo: «hay que esperar» y esa frase me chocó de una manera que no tienen idea, pero hoy entiendo que las cosas no se iban a resolver en mi tiempo, sino cuando fuese la soberana voluntad de Dios. Para el que sabe esperar, la recompensa llegará paradójica-mente, justo cuando menos lo espera.

Un amigo compartió conmigo las anteriores palabras, creo que a todos nos cuesta entender, que hay situaciones en las que lo único que queda es esperar. ¿Te ha pasado? Esperar por un trabajo, o estar esperando que Dios te sane a ti o a un ser querido. O quizás tu espera es obtener un título profesional, después de tanto esfuerzo, o bien aguardas el día en que ese familiar tan duro de corazón, finalmente pueda creer en Jesús.

El mundo dice: El que espera desespera, pero ¿qué dice la Palabra de Dios al respecto?:
«Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes». Salmos 27:13

Si estas en esta posición, a punto de desmayar, quiero animarte nuevamente a creer. La paciencia, es la capacidad de esperar y soportar los sufrimientos, sabiendo que existe una esperanza, ¿Sabías que José atravesó trece años de injusticias, antes que todo el reino le fuera entregado en sus manos? Él aprendió a esperar, porque sabía que necesitaba estar en la perfecta voluntad de Dios a pesar de todo.

“Porque ustedes tienen necesidad de paciencia (perseverancia), para que cuando hayan hecho la voluntad de Dios, obtengan la promesa”. Hebreos 10:36

No cometas el error de pensar que esperar es no hacer nada, nosotros esperamos haciendo la voluntad de Dios, orando, y obedeciendo su palabra, sirviéndole, aunque la situación sea difícil, recuerda que Dios tiene una promesa para ti y debes esperar de la manera que Dios te pide, para que lo recibas, ¡Porque Dios no es indiferente a tu necesidad, ni ha dejado de pensar en ti!

Aunque muchas veces la respuesta: espera, es la que más cuesta aceptar, siempre será la mejor, si viene de Dios. Si tienes ganas de gritar: ¡Me duele esta espera! ¡Me es tan difícil creer! ¡Hazlo! Hoy Dios te dice: La fe que te pido es que creas que estoy a tu lado, que te amo, que soy tu amigo, que quiero enjuagar tus lagrimas, entiende que necesitas aprender que es esperar con Fe.

«Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová». Salmos 40:1-3

¡Levántate! La respuesta llegará cuando menos lo esperas».

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Facebook Alma Salinas

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