19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución,
20 Idolatría, hechiceras, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como yo os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el el reino de Dios.
GALATAS 5:
La continencia pertenece a la voluntad de Dios.
Cuando nuestra voluntad está unida a la voluntad de Dios, es un gozo ser templado, restringirnos para ayunar y orar, ir a la casa de Dios, ir donde quiera y hacer cualquier cosa que el Señor Jesucristo quiere.
El hombre espiritual ama la continencia porque está unido a la voluntad de Dios: «no produce las obras de la desvergüenza.
Roguemos al Señor nuestro Jesucristo que nuestra voluntad sea unida a Su voluntad.
Dios le bendiga este día