Mas los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
ISAÍAS 40:31
¡Cómo nos quejamos al principio cuando las plumas comienzan a volar fuera del nido y se nos deja sobre abrojos y espinas!
Debemos aprender a decir,
«Señor yo sé que Tú tienes cuidado de todas tus criaturas, que Tú reinas sobre ellas, por lo tanto, puedo confiar en que Tú también reinas y gobiernas sobre mí»
Jesucristo siempre está alerta y se mantiene en derredor de nosotros; El nunca falla.
Algunas veces sentimos que vamos directo hacia el fondo, pero recordemos que debajo están Sus brazos eternos para recogernos y darnos fortaleza para volver a volar.
Dios le bendiga.