Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,
APOCALIPSIS 1:5
Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
APOCALIPSIS 5:9
Dios es invisible, Divino y espiritual, el hombre caído está atado a la tierra, tiene una mente carnal y un espíritu ciego.
Consecuentemente, es necesario para Dios, en Su infinita misericordia y gracia separarse a Sí Mismo como Padre, Hijo y Espíritu Santo en el cielo para poder revelarse a Sí Mismo y satisfacer las necesidades del hombre.
Dios el Hijo se dignó venir en carne y manifestarse a Sí Mismo al hombre, de una manera que el hombre pudiera percibir, y por lo tanto llegar a conocerlo.
Es posible para el hombre comprender que quién es Dios a través del Salvador y Mediador, el Señor Jesucristo.
Que Dios le bendiga.