LUCAS 21:
34 Mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
36 Velad, pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
¡ARREBATADOS! ¡Que esperanza tan gloriosa,! que deseo tan ardiente en aquellos que se han negado a sí mismos y han pagado el precio para seguirle a Él. ¡Pero qué búsqueda a siegas! ¡Que desesperación tan terrible! ¡Que falta de esperanza tan completa para las multitudes que lamentándose, se habrán quedado atrás!
Cuando venga el Señor Jesucristo y arrebate a Su Esposa que estará preparada y a todos los que van a estar en el cortejo nupcial, este mundo va a ser visitado por un tiempo de tribulación como jamás se ha conocido.
La profundidad de la ira de Dios será derramada sobre esta vieja tierra en juicio vehemente.
Todas las bombas, proyectiles, cohetes y artefactos destructivos que han sido concebidos por el hombre, van aparecer como simples juguetes. Nunca habido un tiempo como este, ni lo habrá jamás, cuando la ardiente ira de Dios desate Su venganza sobre una gente malvada y rebelde.
Juicio de granizo y fuego mezclado con sangre, relámpagos y truenos caerán violentamente sobre esta tierra.
Juicios de terremotos y plagas dolorosas de la furia de Dios descenderán con tanta severidad que lo reclamará inútilmente pidiendo la muerte.
Este tiempo obscuro de intensa tribulación, reservado para la ira de Dios y del Cordero, está muy cerca, a la puerta. ¡ Cómo necesitamos clamar con el mensaje urgente: «He aquí el Esposo viene! ¡Salid a recibirle!.
El prepararse para unirse con Jesús es la preparación más grande en el tiempo y la eternidad; por lo tanto, hay condiciones definidas que debemos cumplir. Hay cosas que tenemos que hacer si vamos estar listos para reunirnos con El cuando venga en el aire.
MIRAD POR VOSOTROS
Nuestro enemigo más grande es el «Yo» que continuamente está trabajando y tramando para lograr dos cosas en esta vida: Placer y satisfacción.
Jesús dijo que quien lo siga tiene que NEGARSE a sí mismo.
MARCOS 8:34
Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Señor Jesucristo ayúdanos a estar preparados para tu pronta venida.
Dios les bendiga en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Buen día y bendiciones en su trabajo y labores ?
(Como guardar tus vestiduras Espírituales pag. 67 y 68 Rev. B.R. Hicks)