[08:16, 27/4/2016] Pastor Oscar Sanchez: Buen día hermanos!
La Palabra de Dios enseña que la Sangre de Cristo ha reconciliado al hombre de cinco cosas terrenales.
Hoy veremos:
VANA CONVERSACIÓN.
La vana conversación del hombre es la primera cosa que rompe la unidad y la armonía, así que esta es la primera área en la que la Sangre de Cristo obra para traer reconciliación.
Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata;
1 PEDRO 1:18
La Sangre de Cristo redime al hombre de su conversación vana, pecaminosa, que se manifiesta en forma de conducta vacía, formas inútiles de religión, profesiones sin vida y tradiciones terrenas y malas.
En el curso de la vida en este mundo, los hijos de Dios han sido afectados por el mal de las tradiciones terrenas que han recibido de líderes que los han desviado de las sinceras emociones y vida del Espíritu de Dios y Su Palabra.
Las malas tradiciones implantadas por algunos líderes son infecciosas porque contaminan la sinceridad de los seguidores.
Las tradiciones vanas y los grandes errores de los dirigentes desvían la mente y evitan que el corazón ame fervientemente la Palabra de Dios y Su Espíritu.
Cuando la mente y el corazón del hombre que son la fuente y guía de sus acciones se separan y hacen indiferentes a Dios, éste no es otra cosa que una masa desordenada de «vanidad».
La vida del hombre sin la Sangre reconciliadora de Cristo, no es nada, excepto un intercambio continuo de vanas conversaciones, ideas y opiniones, un constante correr en círculos, realizando formas y trabajos vacíos que no producen utilidad alguna.
Gracias a Dios porque Su Sangre nos reconcilia de nuestra vana conversación.
Qué tengan un día bendecido por el Señor nuestro Jesucristo.
(Dios y la Sangre pag 217b, 218 y 219a Rev. B. R. Hicks)