Llévame en pos de ti, correremos.
Metióme el rey en sus cámaras:
Nos gozaremos y alegraremos en ti;
Acordarémonos de tus amores
más que del vino:
Los rectos te aman.
CANTARES 1:4
Solamente a medida que el Espíritu Santo nos atrae, podemos verdaderamente correr en pos del Esposo celestial, Cristo Jesús.
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere.”
JUAN 6:44
No es cualquier cosa llegar a formar parte de la Esposa espiritual de Cristo.
No permitáis que nada os impida, a ningún precio, el correr en pos de Él cuando Él os atraiga.