Jonás

Mas Jehová había prevenido un gran pez que tragase a Jonás: y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

2 Y oró Jonás desde el vientre del pez a Jehová su Dios,

3 Y dijo:
Clamé de mi tribulación a Jehová,
Y él me oyó;
Del vientre del sepulcro clamé,
Y mi voz oiste.
JONÁS 2:

Con frecuencia atribuimos al Diablo la muerte que sentimos, cuando en realidad lo que estamos experimentado es la muerte enviada por Dios.

Él permite que Sus olas y Sus ondas vengan contra nosotros para romper la dureza de nuestro corazón y para producir en nosotros nuevos nacimientos de entrega y obediencia a Él Señor Jesucristo.

Muchas veces las olas que sentimos amontonarse sobre nuestra tierra recién arada son precisamente las olas de Dios.

No es otra cosa que Su manera de fertilizarnos para que podamos producir fruto más abundante cuando nos regrese al lado de Su voluntad exaltada y nos da otra oportunidad de caminar de arriba abajo en ella.

Además Dios toma los dos aspectos de Su voluntad y los pone en forma de cruz para que podamos aprender el misterio de la cruz de Jesús.

Que tenga un bendecido día.

Publicado en +REFLEXIONES.